Muchas futuras mamás confunden los síntomas de la anemia con características propias del embarazo cuando la realidad es que son dos aspectos diferentes y que podemos solucionar con facilidad pero, si los dejamos de largo y no prestamos atención, nuestra salud se puede ver seriamente mermada.
La falta de hierro pueden sufrirla tanto hombres como mujeres pero las estadísticas nos muestran que afecta con mayor frecuencia a las mujeres ya que, aquellas que se encuentran en edad fértil y no están embarazadas, pierden más cantidad de hierro cuando tienen una menstruación abundante.
En el caso de las mujeres que se encuentran embarazadas, no sólo hablamos de que su calidad de vida se vea mermada sino que también nos encontramos ante una situación en la que el feto puede sufrir algún tipo de daño al tener un déficit de hierro.
Para que nos hagamos una idea de lo que sucede durante el embarazo, el hierro que necesita el feto para desarrollarse tiene que extraerlo de las reservas que tiene la madre. Esto se acentúa durante los últimos seis meses de gestación y si la madre no tiene todo el hierro que necesita el bebé se puede poner en riesgo el crecimiento del cerebro de éste.
Por ello, tenemos que concienciarnos que durante el embarazo es necesario que consumamos más hierro del habitual porque hay otra persona que depende de ti, de tu estado de ánimo, de lo que consumes, de cómo te cuidas. Es fundamental hacer un esfuerzo más para asegurarnos de que el embarazo está yendo de la manera adecuada.
Cuando los pequeños no han llegado a los tres años hay que prestar atención también a este aspecto, porque al crecer tan rápido suele ocurrir que su organismo presenta dificultades para absorber y mantener el nivel apropiado de hierro.
La solución es sencilla, es importante que se aumente la ingesta de alimentos con un alto contenido en hierro como el pescado, carnes, aves, etc. Hay alimentos como los cereales, legumbres y verduras que el organismo no puede absorber todo el hierro, por lo que a veces es importante considerar el consumo de algún complemento alimenticio natural, como Floradix, pero siempre contando con la opinión de tu médico.
